viernes, 12 de abril de 2013

UNIDAD 2 -PARTE 2


La Filosofía ha sido útil en los planos social y político.

2.4 Principales representantes filosóficos a través de la historia.

2.4.1. Época clásica o antigua.

ð       Prácticamente todos los filósofos presocráticos coinciden en distinguir en la naturaleza las siguientes ideas:

ð      Es un cosmos, un orden en oposición al caos.

ð      Es dinámica, cambiante, en continuo movimiento.

ð      Presenta movimientos intrínsecos, con animación y leyes propias. Se intenta definir la naturaleza como algo permanente, único y dinámico, explicado a través de una ley inmutable. Este principio explicativo del universo será el arché. La idea del arché comprende 3 aspectos:

ð      Para explicar el origen de la naturaleza, los griegos recurren a algo que prevalece a través del movimiento: el aire o el agua.

ð      Todos los seres están compuestos por sustrato.

ð      Existe una causa que explica el movimiento o cambio.


2.4.1.1. Presocráticos.


Tales de Mileto (c 624-546) Sostiene que el arché es el agua, que a través de distintos procesos de condensación y rarificación produce una ola de multiplicidad. “...No el hombre sino el agua, es la realidad de las cosas..." 29 Podría pensarse que Tales se refería a que todas las cosas están compuestas por agua o que la tierra procede del agua y sobre el agua flota. 30 La interpretación más difundida es que el agua, está dotada de vida y movimiento propios; por lo tanto, todo está vivo y animado.






Anaximandro de Mileto (c 610-545) Probablemente el menos convencido del carácter racional del conocimiento. Identifica el arché con algo indeterminado, al que denomina ápeiron, algo que no podemos entender o conocer.

“...El principio de todas las cosas, arché, es el ápeiron ésto es, "lo indefinido, lo indeterminado". Se trata pues, de un elemento no empírico y por su carácter indefinido permite explicar mejor el origen de las cosas que a través de un elemento determinado...”31

A partir de donde hay generación de las cosas, hacia allí se produce también la destrucción, según la necesidad; en efecto, pagan las culpas unas a otras y la reparación de la injusticia según el orden del tiempo. 32

Hay quienes interpretan que Anaximandro quiso decir que toda existencia individual y devenir no son sino una usurpación, una injusticia que ha de ser pagada con la muerte. Anaximandro quería sugerir que del ápeiron comienzan a separarse sustancias opuestas entre sí y cuando una prevalece sobre la otra, se produce una reacción que establece el equilibro. El ciclo de las estaciones ejemplificaría el concepto.

El ápeiron es “inmortal e indestructible”, es decir “eterno y no envejece”. Le son otorgados los caracteres que la mitología griega concede a los dioses.

 Anaxímenes de Mileto (c 585-524) Identifica el arché con el aire.

“...El aire se diferencia de distintas sustancias en virtud de la rarefacción y la condensación. Por la rarefacción se convierte en fuego; en cambio condensándose se convierte en viento, luego en nube y aún más condensado, en agua, en tierra más tarde y finalmente, en piedra..." Anaxímenes concibe al mundo como algo vivo.

Heráclito de Éfeso (c 544-484).

"...Este mundo, el mismo para todos los seres, no lo ha creado ninguno de los dioses ni de los hombres, sino que siempre fue, es y será fuego eternamente vivo, que se enciende con medida y se apaga con medida..."

Siguiendo la tradición filosófica jónica, Heráclitó ve en un elemento determinado, el arché del universo. En su caso, el elemento es el fuego.

Para Heráclito, no sólo las cosas individuales salen del fuego y vuelven a él sino que el mundo entero perece en el fuego para luego renacer. He aquí la imagen del "ciclo cósmico" la que ya fuera apuntada por Anaximandro, esto es, la antigua idea griega del "eterno retorno"

El aporte más trascendente de Heráclito, no es la doctrina del fuego sino sus ideas respecto a la contradicción y el Logos. Todo está en constante movimiento porque el mundo fluye permanentemente:

La contradicción engendra armonía partiendo de la ley que rige el universo y a la mente humana. Afirma que el Logos o razón universal está también en el hombre constituyendo su propia razón.

Herácito parte del dinamismo y movimiento del Universo; movimiento que no nos lleva al caos, está sometido al orden o ley: la dialéctica, la cual es consecuencia del equilibrio producido por la lucha de contrarios. La dialéctica es, según Heráclito, el arché explicativo del Universo, que representó mediante el fuego.


"No es posible descender dos veces al mismo río, tocar dos veces una sustancia mortal en el mismo estado, sino que por el ímpetu y la velocidad de los cambios se dispersa y nuevamente se reúne, viene y desaparece."


Pitágoras (c 572 - 496).

La doctrina de la transmigración de las almas y en consecuencia, afirmación de que existe un parentesco entre todos los seres vivos, creencia en un eterno retorno de los mismos acontecimientos en ciclos

cerrados.

Para los pitagóricos, la ciencia estaba
estrechamente ligada a la mística. El número es el principio (arché) de todas las cosas.

Esta doctrina se basa en descubrimientos empíricos, por ejemplo, en el hecho de que los intervalos musicales que hay entre las notas de la lira pueden expresarse numéricamente. Pero además, parece que los pitagóricos concibieron los números espacialmente, confundiendo el punto geométrico con la unidad aritmética. Las unidades tienen extensión espacial y pueden ser consideradas como el elemento material de las cosas. De esta forma, si las cosas se componen de números es porque se componen de agregaciones de unidades-puntos.

Primero existió la Unidad, entendida como "límite" o lo "limitado", rodeada por lo ilimitado. Luego, la unidad crece y se divide en dos; el vacío de lo ilimitado se introduce en medio y mantiene las dos partes separadas: de este modo, surgen el número 2 y la línea. Luego, se genera el número 3 y el triángulo, la figura plana más simple, y con el 4 del tetraedro, el sólido más simple.


El mundo es descrito como un cosmos en armonía que resulta más inteligible y anticipa las doctrinas de Copérnico: el cosmos es una esfera en cuyo centro hay un fuego originario. A continuación, vienen los cuerpos celestes: la "anti-tierra", agregada para completar el número de 10 planetas, la Tierra, la Luna, el Sol, los cinco planetas y el

cielo de las estrellas fijas. Una esfera de fuego envuelve este conjunto. El movimiento de las esferas celetes produce una maravillosa música, que los humanos no podemos oir por estar acostumbrados a ella desde nuestro nacimiento. Música y armonía que pueden ser traducidas en números.

Los pitagóricos Introducen las Matemáticas como la estructura del universo. En un principio observaron que la realidad tiene un comportamiento matemático. Llegan a la conclusión que el orden del Universo por ser matemático; puede reducirse a números, concluyendo que el arché de las cosas son los números.

Según los pitagóricos los números aparecen en parejas, por lo que afirman que la naturaleza es algo dualista: noche-día, macho-hembra, Todo se organiza por parejas de las que destacan par-impar.

Finalmente asignan a cada cosa un número. Por ejemplo, al Universo, por considerarse perfecto, se le asigna el número 10, que para los griegos era el número más perfecto. Por eso el Universo habría de estar formado por una gran masa de fuego, que es el Sol, rodeado por 9 planetas que giran en órbitas circulares.

Parménides de Elea (540-470).

Parménides pretende pues, construir la vía de la verdad. Y así, deducirá que el Ser ("lo que es") es ingénito e imperecedero; finito, continuo y único; indivisible e inmóvil.

En efecto: el ser es imperecedero e ingendrado porque
en caso contrario habría que suponer que procede del
no-Ser y vuelve a él; pero el no-Ser es impensable e inexistente. Del mismo modo, el Ser es "uno", ya que si hubiera otra cosa sería el no-Ser. Y también inmóvil, porque todo cambio sería hacia el no-Ser. E indivisible, puesto que el vacío que separaría a las partes sería equilvalente al no-Ser.
La lógica de Parménides no resulta demasiado convincente dado que solo maneja dos conceptos opuestos: Ser y no-Ser.

Es posible entender la negación del vacío, el tiempo y la pluralidad. El cambio y el movimiento son considerados ilusorios. El ataca es puntual contra el dualismo pitagórico.

El Ser al que Parménides refiere es la realidad o, el mundo, y establece que no podía concebirlo sino como algo corpóreo (la distinción entre lo material e inmaterial aún no existe. El mundo es algo limitado, compacto, ingendrado e imperecedero, excluyendo toda posibilidad de cambio y movimiento. Es como "una esfera bien redonda", inmóvil y eterna.

Finalmente, se observa que de un modo explícito, se introduce la distinción entre verdad y apariencia (u opinión) y se otorga primacía a la razón por encima de las apariencias sensibles y engañosas.


Empédocles de Agrigento (c 495-435).


Para Empédocles, la realidad es concebida como una esfera, lo cual sugiere que parte de la concepción de Parménides.

La esfera de Empédocles equivale al Ser de Parménides, aunque a diferencia de éste último, no niega el valor de las apariencias porque para él, hay movimiento y hay pluralidad de seres. Lo que hace es introducir dentro de la esfera a la variedad: en su interior se encuentran los cuatro elementos: agua, aire, fuego y tierra.

Podría decirse, que habiéndose inspirado en Tales, Anaxímenes y Heráclito, agrega un tercer elemento, la tierra. Cada uno de estos elementos es eterno e imperecedero, pero al mezclarse entre sí dan lugar a la diversidad de seres y cambios que se observan en el mundo.

La mezcla de los elementos es producido por dos fuerzas cósmicas: el amor y el odio.

Estos elementos no cesan nunca su continuo cambio. En ocasiones se unen bajo la influencia del Amor, y de este modo todo devienen lo Uno; otras veces se disgregan por la fuerza hostil del Odio (...) y tienen una vida inestable (...)

Esta teoría de los cuatro elementos que han de estar en armonía, permite elaborar una concepción de salud, que tendrá amplia repercusión en la medicina griega posterior.


Anaxágoras de Clazomene (c 500-428).

El "ser" no puede empezar ni perecer, ya que lo "uno" ha de considerarse como inmutable. Todo lo que se produce y sucede es resultado de la mezcla de innumerables elementos.

Nada viene a la existencia ni es destruido, sino que todo es resultado de la mezcla y la división.

Anaxágoras llama a esos elementos o principios con el nombre de "semillas", las cuales son cualitativamente distintas e indefinidamente indivisibles. En todas las cosas hay semillas de todas las cosas, de tal manera que "todo está en todo". Así se explica que cualquier cosa puede llegar a ser otra distinta y que si una cosa es lo que es, es porque en ella predominan las semillas correspondientes: en el oro, predominan las semillas del oro, pero están también todas las demás.

La pluralidad y los cambios se explican por la mezcla y disgregación de las semillas. Anaxágoras introduce un "principio de movimientos", al que da el nombre de Nous (Espíritu, inteligencia). El Nous es algo separado de la masa de semillas y por ello nada lo limita, posee autonomía, conoce todo y tiene el máximo poder.



Demócrito de Abdera (c 460-370).


El punto de partida es el atomismo.

Para Demócrito, los átomos son infinitos en número. Por otra parte, los átomos carecen de cualidades sensibles y sólo se distinguen entre sí por la figura (A difiere de B), el orden (AB difiere de BA) y la posición (A difiere de Z).

Los átomos poseen movimiento propio y espontáneo en todas direcciones y chocan entre sí. El choque puede tener consecuencias diversas: o bien rebotan y se separan, o bien, se "enganchan" entre sí, gracias a sus figuras diversas. Se producen entonces torbellinos de átomos que originan mundos infinitos, engendrados y perecederos.

Los átomos explican de esta forma la multiplicidad de los seres, el movimiento, la generación y destrucción. Pero se necesita un segundo principio: el vacío (o el no- ser). El vacío es lo que explica la multiplicidad, ya que es lo que separa a los átomos; y explica el movimiento, porque si no hay vacío no puede haber ni choques ni desplazamientos.


2.4.1.2. Sofistas.


Los sofistas, no formaron escuela, ni tampoco defendieron una doctrina de rasgos comunes. No obstante, es posible puntualizar algunas coincidencias entre ellos:

a. Representan un notable giro filosófico como consecuencia de las nuevas necesidades intelectuales planteadas por la democracia. Se centraron así en problemas de índole práctico como la política, la moral, la religión, la educación, el lenguaje.

b. Adoptan una actitud relativista, aunque la verdad exista no podría ser conocida, y escéptica, la verdad absoluta no existe.

c. No representan un conjunto sistemático de pensadores ni tampoco buscan principios universales para operar de modo deductivo.

d. Enorme influencia en la vida ateniense.


Protágoras (c 481-401).

"El hombre es la medida de todas las cosas"

Protágoras defendía un relativismo de las cualidades sensibles y de los valores. En su contexto, Protágoras entiende al "hombre" en sentido colectivo, lo cual sugiere un relativismo de tipo cultural: Cada pueblo posee costumbres y leyes diversas y considera que las propias son las mejores.

Protágoras defiende el valor de la cultura como aquello que diferencia al hombre del animal: Sólo gracias a ella puede el hombre subsistir, siendo como es un animal desvalido. Además, necesita el sentido de la justicia y la virtud política.



Gorgias (c 483-375).

1. Nada existe
2. Si existiera algo, no podría ser conocido.
3. Si pudiera ser conocido, no podría ser explicado ni comunicado a los demás.

En efecto, con gran habilidad, Gorgias intenta demostrar la coincidencia entre el ser, el pensar y la palabra, destruyendo el principio de la identidad entre el ser y el pensar.

Pródico de Ceos.

Escribió un tratado Acerca de la naturaleza o del no- ente, en que se afirma que:

Se hizo famoso por su actitud pesimista ante la vida, decía que una muerte temprana era un regalo de los dioses. Como otros sofistas, defendió el relativismo ético y desarrolló una teoría religión: los hombres primitivos veneraron aquello de lo que dependían sus vidas: el sol, el agua, el fuego; pero cuando comenzaron a desarrollar las técnicas, pasaron a adorar a los inventores de las mismas, por ejemplo, a Dioniso como el inventor del vino.

Hipias de Elis.

Sofista destacado por lo enciclopédico de sus conocimientos. Consideró la ley como convencional y afirmó que era contraria a la naturaleza, por lo que reclamaba la autarquía del individuo y la rebelión contra las leyes que siempre oprimen a los más débiles.

Hipias se opone a Protágoras pues para éste la ley es una consecuencia de la naturaleza; mientras que para Hipias, la ley va en contra de ella, porque se hace necesario volver a la naturaleza.

Calicles.

A la muerte de Pericles, las discusiones acerca de la ley y el derecho se intensificaron notablemente. Algunos defendieron la doctrina del derecho natural del más fuerte.

Calicles afirmaba que la ley protegía a los débiles; pero la naturaleza (tanto en los animales como en los humanos) hace que los fuertes dominen a los débiles, siendo esto lo más justo.

Licofron.

Defendió el derecho natural del débil, declarando la igualdad natural de todos los hombres y considerando la aristocracia de nacimiento como algo injustificable. Afirmó que "la naturaleza no ha hecho a nadie esclavo" y se cree que habría iniciado un movimiento de emancipación cultural y política de la mujer.

Sócrates (469-399).

Su Filosofía se basa en la búsqueda de principios que guíen al hombre, funda el intelectualismo moral, que influyó en toda la Filosofía occidental.

A pesar de surgir en la época de los Sofistas, presenta unos planteamientos distintos:

No cobraba por sus enseñanzas.

No le gustaba hacer largos discursos sino diálogos, ya que éstos admiten cuestiones, y observaciones.

No cree en el escepticismo ni en el relativismo, sino que persigue el ya nombrado intelectualismo moral.

La búsqueda de Sócrates se centró en los conceptos morales, especialmente en la problemática ética: la esencia de la virtud y la posibilidad de enseñarla.

La obra de Sócrates se reduce a dos aspectos:

ð      Crítica al relativismo moral sofista. Para hacer frente al relativismo, Sócrates afirma que la palabra o el lenguaje no significan cosas concretas, determinadas o existentes; sino que se refieren a un concepto universal. Por tanto, la justicia, la virtud no tienen sentido pleno al no reducirse la palabra a cosas concretas.

ð      Creación del intelectualismo moral. Sócrates tiene que introducir una nueva forma de entender la verdad. Afirma que sin el conocimiento no existe la 84

virtud: solamente el que sabe es justo. Cómo explicaba entonces el hecho de que en ocasiones el ignorante actúe rectamente, con justicia, mientras que el sabio no. Para Sócrates existen dos tipos de conocimiento:

El saber y la virtud coinciden, de acuerdo a la doctrina socrática, porque el que conoce lo recto actuará con rectitud y sólo por ignorancia se hace el mal.

Todo el mundo busca la felicidad y la utilidad. La virtud consiste, en discernir qué es lo más útil en cada caso. Así pues, el saber del que habla Sócrates no es un saber teórico sino un saber práctico acerca de lo mejor y más útil en cada caso. Este saber virtuoso puede ser enseñado y aprendido porque no bastan las aptitudes naturales para alcanzar la bondad y la virtud.

Sócrates entiende la Filosofía como una búsqueda colectiva basada en el diálogo. Ni pretende ser el dueño de la verdad ni poder encontrarla por sí solo. Esto significa, que cada hombre posee dentro de sí una parte de la verdad pero sólo podrá descubrirla con la ayuda de otros. Lo anterior ejemplifica las dos partes del método socrático.

La ironía: Es el arte de hacer preguntas tales que hagan descubrir al otro su propia ignorancia.

La mayéutica: Consiste en hacer preguntas de modo tal que el otro llegue a descubrir la verdad por sí mismo. Procedimiento para llegar a la definición verdadera

Podría afirmarse que Sócrates no tiene doctrina alguna, sino que ayuda a los demás y la busca junto a ellos. Esta actitud de humildad frente al conocimiento, contrasta notablemente con la actitud de los sofistas.

El método socrático se encaminó a la construcción de definiciones, las cuales deben encerrar la esencia inmutable de la realidad investigada. El procedimiento para llegar a la definición verdadera es inductivo.

2.4.1.4. Platón (427-347)

Aristocles, llamado más tarde Platón, conoce a Sócrates en el 407 a quien permanecerá intensamente ligado hasta su muerte.

Siempre pensó que la ciencia verdadera sólo puede tener por objeto el mundo de las ideas. En la cosmogonía desarrollada en el Timeo, aparecen numerosos elementos tomados de los pitagóricos, Empédocles y otros autores de la época, por lo que la obra constituye un notable compendio del saber de su época.

Principales características de la cosmogonía platónica:

1. Concepción teleológica: La finalidad aparece como causa para explicarlo todo. Los presocráticos habían utilizado causas materiales y el movimiento como principio.

2. Optimismo: De acuerdo a la cosmogonía platónica, éste es el mundo más bello entre todos los posibles.

3. Matematización: Según algunos intérpretes, las cosas se componen tan sólo de estructuras matemáticas, equiparando el cuerpo físico al cuerpo geométrico. Dichas estructuras son las que explican las cualidades y posibles transformaciones de la materia.

4. Divinización del Cosmos: Los dioses Olímpicos son sustituidos por astros- dioses. Tanto en Platón como en los presocráticos los términos "teso" y "theios" (dios y divino) designan únicamente realidades de orden superior y/o dotadas de vida, careciendo del sentido que adquieren más tarde en la Filosofía cristiana.

Platón y la Teoría de las Ideas.

Es complejo interpretar el sentido exacto de esta teoría y aunque no aparece expuesta sistemáticamente en ningún diálogo platónico, la doctrina aparece revisada en una visible evolución a lo largo de su obra.


"Platón, en general, está de acuerdo con las teorías de los pitagóricos, aunque también tiene cosas propias. En efecto, desde su juventud se había familiarizado con Cratilo y con la opinión de Heráclito de que todas las cosas sensibles están en flujo permanente, por lo que no hay ciencia (episteme) posible de estos objetos y él mismo sostuvo esta doctrina más tarde. Por otra parte, fue discípulo de Sócrates, quien –desentendiéndose de la Naturaleza en su conjunto- se consagró exclusivamente a los problemas morales, proponiéndose lo universal como objeto de sus indagaciones y siendo el primero que aplicó el pensamiento a dar definiciones. 34

Por ello, Platón, heredero de esta doctrina y habituado a la indagación de lo universal, pensó que las definiciones no podían referirse a los seres sensibles, sino a otro tipo de seres, los cuales llamó "ideas".

Platón se mantiene fiel a la orientación fundamental de la investigación socrática: buscar la definición de las virtudes. En esta primera etapa entonces, la Teoría de las Ideas tiene una intencionalidad ética de inspiración, claramente socrática porque para ser virtuoso es necesario saber qué es cada virtud. Una vez que hayamos descubierto qué es la virtud, podremos utilizarla de vara para juzgar el valor moral de las acciones. La virtud ya no será algo relativo o subjetivo sino algo definitivamente objetivo e independiente de toda opinión.

Las ideas son esencias: "aquello por lo que una cosa particular es lo que es".

Las ideas existen separadas de las cosas particulares: Éstas dejan de ser un "carácter común", tampoco son conceptos ni representaciones mentales. Las ideas son concebidas como entidades que poseen existencia real e independiente:

Existen para él, dos mundos, por un lado el mundo visible, el de las cosas particulares; y por el otro, el mundo inteligible, que no es un lugar o espacio físico sino un "ámbito" de esencias inteligibles. Al denominar "sustancias" a las ideas, Platón pretende subrayar su objetividad o validez universal.

Cada idea es una sustancia que "existe en sí" como una realidad trascendente y no inmanente a las cosas.

El mundo visible es fugaz y en cambio continuo. Las cosas particulares carecen de realidad porque no contienen en sí mismas su propia esencia. En cambio, el mundo inteligible es el mundo verdaderamente real; porque cada idea, en tanto existe en sí, es una sustancia.

2.4.1.5. Aristóteles (384-322)

El pensamiento de Aristóteles fue producto de un proceso evolutivo, habiendo sido un buscador permanente y siempre abierto a revisar sus propias ideas.

El proyecto de Aristóteles tiene un objetivo científico. Sus motivaciones eran de tipo teóricas:

1. Ajustar las deficiencias en la teoría platónica de las Ideas.

2. Desarrollar un método, enfocando el interés hacia lo empírico.

Aristóteles realizó la siguiente división de las ciencias teóricas:

Física, cuyo objeto de estudio son los seres sometidos a movimiento, con existencia real.

Matemáticas, su objeto de estudio son los seres no sometidos a movimiento, sin existencia real.

Filosofía primera, Ontología o Teología; teniendo como objeto de estudio, los seres no sometidos a movimiento, con existencia real.

Para Aristóteles, la teoría de las ideas parte de la búsqueda Socrática por definir la esencia de las cosas, especialmente, las virtudes. Al definir una esencia, se contiene el concepto general o universal de ésta, pero mientras Sócrates no otorgaba una existencia separada a los universales y a las definiciones, los platónicos le otorgaron a éstas el status de "Ideas", admitiendo como tales todo lo que se afirma universalmente. Aristóteles no puede admitir el carácter separado de las esencias: si las Ideas son esencias que existen separadamente de las cosas, entonces son sustancias, esto es, realidades subsistentes, en tanto y en cuanto poseen existencia independiente.

El mundo de las Ideas no sirve para explicar el mundo de las cosas. Si las esencias de las cosas están separadas de éstas, entonces no son propiamente sus esencias.

Para Aristóteles recurrir a las Matemáticas no era el camino para corregir las deficiencias de la teoría de las Ideas. Por el contrario, la matematización de la teoría trasformaba el platonismo en pitagorismo.

Aristóteles no rechaza toda la teoría de las Ideas, sino la existencia separada de éstas. Por lo demás, será fiel a la línea iniciada por Sócrates y Platón:

Aristóteles llamaba "Filosofía primera" o "sabiduría" a los temas "metafísicos", lo que quiere decir que había entonces "Filosofías segundas". Esto marca una diferencia importante con Platón para quien existía una única Filosofía.

Aunque para Aristóteles la "sabiduría" es la "primera", es sólo una ciencia más entre otras... y por tener carácter puramente especulativo no coincide con la vida virtuosa. La ética será pues, la "Filosofía segunda", cuyo objeto de estudio será la virtud.

Aristóteles establece la idea de que “El ser y la unidad son una misma cosa”. El ser no es único: hay distintas formas de "ser" pero todas ellas se refieren a una forma primordial, al "ser" propiamente dicho: la sustancia. Pero la sustancia tampoco es única, porque existen muchas sustancias y por ende muchos seres.

Las diferentes formas del "ser" no son sino modificaciones o accidentes de la sustancia, éstas son: Cantidad-Cualidad-Relación-Lugar-Tiempo-Posición-Estado- Acción-Pasión. Por tanto, sustancia y accidente son los géneros supremos (categorías) unificados por su común referencia a la sustancia.

Aristóteles distingue dos tipos de sustancias:
1. Sustancias primeras: el individuo concreto (Ejemplo: Jade)
2. Sustancias segundas: la especie y el género (Ejemplo: hombre, animal)

Aristóteles afirma así que el mundo es real y que también lo son la pluralidad y el devenir. Introduce el concepto de devenir o desarrollo (génesis) dentro de la misma sustancia.

La sustancia primera es lo que deviene, lo que se desarrolla, lo que está sometido a un proceso de perfeccionamiento o crecimiento; es un ser precario, sujeto de nacer y perecer. Para sostener esto, Aristóteles afirma que la sustancia (el individuo concreto) es un compuesto de materia y forma.

La forma es la esencia de las cosas, la sustancia segunda, la especie, y es eterna; aunque ésta no puede existir fuera de la materia. Todo lo que deviene debe poseer también materia, la cual recibe esa forma, como sujeto último de la misma.

Según Aristóteles, la materia puede ser:
1. Materia próxima (escháte hyle) que es, por ejemplo, el bronce o la carne y los huesos.

2. Materia primera (próte hyle) que es algo indeterminado, carente de forma, cualidades o extensión e incapaz de existir independientemente.

Lo que deviene o se engendra es el individuo concreto, el compuesto de materia y forma. Materia y forma son eternas pero no pueden existir independientemente sino tan sólo como el compuesto de ambas.

Aristóteles confiere prioridad a la forma puesto que para él, ésta es al mismo tiempo:

1. Esencia de cada cosa.

2. Naturaleza (o el "Principio" inmanente de actividad).

Por otra parte, sólo la forma es definible y cognoscible. Y es común a toda la especie por lo que posee un carácter supraindividual (que pre-existe al individuo). En cambio, la materia prima es incognoscible (porque no hay nada inteligible en ella) pero es lo que individualiza la forma / especie.

El acto y la potencia están en la misma relación que el ver y el tener los ojos cerrados, cuando se posee la capacidad de ver.

Potencia y acto, materia y forma son estructuras paralelas. La materia en efecto es o está en potencia pasiva dentro de la forma. Y la forma es lo que actualiza a la materia, la perfecciona y confiere al ser su potencia activa para obrar:


"La materia está en potencia porque tiende hacia la forma, y cuando está en acto es porque posee su forma (...) la forma es acto". 35


Aristóteles vuelve a afirmar así la prioridad que otorga a la forma por sobre la materia, ya que identifica a la forma con el acto. Esta línea de pensamiento lo lleva afirmar que la explicación última del universo consiste en la existencia de formas puras, absolutamente libres de materia, siempre en acto.

2.4.1.6. Helenismo.

El período abarca desde la muerte de Alejandro Magno en el 323 hasta el momento en que los romanos convierten Macedonia en provincia romana en el 148 a.C. y el sur de Grecia pasa a ser la provincia de Achea. En este período, desaparecen las ciudades estado y se desestabiliza la política.

Filosofía helenística.

Con la desaparición de las ciudades-estado, el hombre se convierte en un “animal social”. El marco de referencia será la humanidad y la naturaleza y reclamará para sí la autosuficiencia y la autonomía que antes se reconocía como privilegio de la ciudad.

Es una época inestable en la cual la seguridad y la felicidad son los principales anhelos. La felicidad se busca en las leyes inalterables del Cosmos y por lo tanto, se orienta a una física y a una ética de carácter naturalista y cosmopolita, porque tanto la ética platónica como la artistotélica sólo parecen válidas en el marco de la polis.

La ciencia y la Filosofía se subordinan a fines prácticos; la sabiduría ahora, corresponde al que sabe, pero también al que sabe vivir. De esta forma, la Filosofía helenística, dividida en lógica, física y ética, es considerada como un saber unitario unificado por la finalidad moral.

Estoicismo.

La Filosofía estoica tuvo una notable influencia muchos siglos después de su desarrollo. En los siglos XVI y XVII hay en Europa un vigoroso renacimiento de doctrinas estoicas que influirán en Descartes, Kant y Hegel.

Los estoicos redujeron las cuatro causas aristotélicas a dos únicos principios: 1. Un principio pasivo: la materia
2. Un principio activo: el logos universal.

El Logos no es inmaterial sino de naturaleza corpórea. La doctrina estoica es estrictamente materialista. La materia carece de cualidades y es pasiva, siendo equivalente a la materia prima aristotélica.


El principio activo es simultáneamente causa eficiente y también, en cierto sentido, causa formal de cuanto acontece ya que contiene las "semillas" a partir de las cuales se desarrollan todas las cosas.

El principio activo (razón universal, fuego activo y artista que rige y produce todo y todo lo penetra) es llamado "Dios". El universo es, por tanto, un Todo animado y divino, lo cual se corresponde con una visión panteísta del universo. Nada escapa a la Ley inmanente que rige el Todo porque los acontecimientos están determinados por una cadena causal inexorable. Esa "necesidad" que rige el cosmos, es llamada destino o providencia pero no se corresponde con el lado ciego de la Mitología griega, es un orden necesario, pero absolutamente racional.

Pananimismo e Individualización. El mundo, que es un ser animado y armonioso, posee vida propia:

Existen "individuos" concretos, los cuales son siempre diferentes entre sí:

Para los estoicos, carece de sentido hablar del mal en el mundo, porque nada de lo que sucede puede ser un mal en sí mismo, ya que juzgarlo así es consecuencia de la limitada visión que tenemos del acontecer mundano.

El hombre para los estoicos es una parte del universo armónico y destaca de igual forma tanto la individualidad como la necesidad de someterse a un orden universal.

El alma humana es corpórea; contrasta este enfoque con el de Platón e incluso Aristóteles ya que no se contemplan divisiones sino que se sostiene la unidad anímica destacando la unidad de las partes, habiendo un principio racional y hegemónico del cual irradia una suerte de "tensión" hacia todas las partes del cuerpo y se extiende hacia los cinco sentidos, la parte reproductiva y la palabra.

No hay acuerdo respecto a la localización física de esta concepción del alma (hegemonikón), algunos se inclinan por ubicarla en la cabeza y otros en el corazón. En cualquier caso, del mismo modo en que el fuego sería el principio del mundo, el alma sería la que da origen al cuerpo modelándolo y desarrollándolo desde el estado embrionario.


Ética estoica.

"A los hombre les ha sido dada la razón como función más perfecta, de tal modo que para ellos vivir según la razón, es vivir según la naturaleza ya que ésta es guía de las tendencias."

El bien moral del hombre consiste en vivir de acuerdo con la naturaleza total y con la propia naturaleza, que no es otra sino parte de aquélla. Esto es lo mismo que vivir de acuerdo con la razón. Se refiere pues a la Razón Universal que es la que rige el orden de la Naturaleza, lo que significa vivir en armonía con el Todo haciendo lo que manda la razón.

En línea, la virtud es la disposición permanente de vivir en armonía con la razón y el deber. Los estoicos sostienen que la virtud es una y no admite grados: se es o no virtuoso porque quien tiene una virtud las tiene todas.

Epicuro (341-270).

El epicureísmo es una Filosofía notablemente sistemática, pero su intención es claramente práctica.

La física epicúrea, inspirada en Demócrito, es netamente materialista. Destacan dos grandes principios de la física epicúrea:

1. Nada nace de la nada.

2. El Todo consiste en átomos y vacío, y es infinito.

De esta forma, los cuerpos son entendidos como "sistemas" de átomos. Y como el número de átomos es infinito y el espacio vacío también, se afirma que existen un número igualmente infinito de mundos (como el nuestro o diferentes) que nacen y perecen, aunque el Todo es eterno e imperecedero.

El movimiento de los átomos en el vacío no se debe a un supuesto torbellino original, como sostenía Demócrito, sino a su peso. Epicuro afirmó además que los átomos podían desviarse espontáneamente de la línea recta de caída produciéndose choques entre ellos. Este detalle nos permite inferir que Epicuro se aleja del determinismo de Demócrito dando un marco conveniente para incluir la libertad del hombre. Sin embargo, el mecanicismo está presente porque nada en la naturaleza sucede porque exista algún fin, el azar del movimiento de los átomos es la causa de todo cuanto acontece y no se incluye la intencionalidad divina en la constitución de los mundos.

Para Epicuro, el alma es una mezcla de cuatro elementos: fuego, aire, soplo vital y un cuarto elemento sin nombre. Este último es el órgano de la percepción; el soplo vital determina el movimiento; el aire, el reposo y el fuego, el calor del viento.

Las teorías físicas de Epicuro tienen una intencionalidad polémica y una orientación ética puesto que se propone erradicar mitos y supersticiones para que el hombre pueda vivir feliz y sin miedos. El hombre, no es sino un cuerpo que se disuelve con la muerte.

Epicuro despreció la lógica y la dialéctica, y se valió de la canónica que es, en rigor, una teoría del conocimiento, pues sólo admite como real lo que proviene de los sentidos.

Criterios de verdad para Epicuro.

1. La sensación.

Es una forma de contacto entre cuerpos, que se explica por la impresión de los órganos de los sentidos mediante los efluvios continuos de los átomos que proceden de los cuerpos exteriores. Es siempre verdadera y posee evidencia absoluta.

2. La anticipación.

Es una imagen general producida por la acumulación de sensaciones semejantes (no es un concepto). Se evoca a través del lenguaje y permite "anticipar" objetos lejanos o futuros. La anticipación debe ser confirmada por la sensación para que pueda ser tenida por verdadera.

3. La afección.

El placer y el dolor son las respuestas inmediatas del cuerpo a la sensación.

4. Proyecciones imaginativas del entendimiento. Este cuarto criterio, aparentemente difícil de traducir e interpretar, establece que es posible ir más allá de lo sensible, de tal manera que gracias a ella se puede conocer la existencia de los átomos.

Para Epicuro la felicidad está en los placeres del cuerpo, con tal de que éstos sean naturales, moderados y serenos. Considera además que los goces del alma (como la amistad, y los recuerdos placenteros) pueden llegar a ser, incluso, superiores a los goces del cuerpo ya que éstos valen sólo en tiempo presente, mientras que los del alma, perduran respecto al pasado; existen en el presente y se proyectan hacia el futuro.

El modelo de "sabio" propuesto por Epicuro se contrapone al modelo estoico: no debe el hombre abstenerse de todo placer sino por el contrario, gozar moderadamente lo natural y necesario.



Pirrón (360-270).

Máximo representante del escepticismo en la antigüedad. Se estima que la suya era una reacción contra el dogmatismo de otras escuelas filosóficas:

Su indagación consiste en intentar destruir permanentemente los argumentos de los dogmáticos. Según Pirrón todas nuestras percepciones son relativas ya que sólo nos retratan la realidad tal como "aparecen" filtradas por nuestros sentidos.

Dado que la información que nos llega a través de los sentidos es aparente, no hay ninguna razón para afirmar que una aserción tiene mayor veracidad que la contraria. La única postura coherente será pues, suspender el juicio (epoché) y no decir nada (aphasía).


“...Si la Filosofía se origina en la búsqueda, el filósofo dogmático considera que ha hallado la verdad; mientras que el escéptico, opta por quedarse con la búsqueda y afirma que es imposible encontrar una verdad definitiva...”

Pirrón deriva en una ética de la imperturbabilidad:

Podría decirse que la pretensión de Pirrón es que sólo un escéptico puede aspirar a la felicidad en tanto puede abstraerse de las angustias de la vida.


Como nada sabemos con certeza, todo debe sernos indiferente, y ninguna opinión tiene por qué perturbar nuestro ánimo.


Edad Media.

La baja Edad Media tuvo por misión conservar y transmitir el legado filosófico grecorromano. Boecio, se consagró a tan compleja tarea.

Boecio nació en Roma hacia el 480. Tuvo acceso a los textos de los filósofos griegos ignorados en el occidente medieval y se propuso traducirlos al latín; así como intentar una conciliación entre Platón y Aristóteles. Finalmente, pese a lo ambicioso de su proyecto, sólo pudo traducir parte de la obra aristotélica, traducir y comentar el Isagogé de Porfirio, escribir algunos tratados de lógica, teología y el célebre diálogo “De consolatione philosophiae”, éste constituye la fuente principal de lógica medieval así como de la Aritmética, la Geometría y la Música.

Pseudo-Dionisio Areopagita.

Escritor griego, probablemente originario de Siria y contemporáneo de Boecio. Se le atribuyen textos de enorme influencia en el mundo medieval como: Teología mística, los nombres divinos, La jerarquía celestial y La jerarquía eclesiástica.

Se sostiene que el único saber posible acerca de Dios es el "no-saber", del mismo modo que en el neoplatonismo.

Los místicos del pensamiento medieval, incorporarán esta idea de lo divino, así como también la visión jerárquica del universo. La trascendencia de Dios, se ubica por encima de todo. Dios está presente y se comunica a cada uno de los seres que proceden de él, pero no del mismo modo.

Primero está la jerarquía celeste, formada por tres órdenes de ángeles (cada una de las cuales se compone de tres "coros"), luego la jerarquía eclesiástica, compuesta de obispos, sacerdotes y diáconos y finalmente, el resto de la humanidad.

Cada sector de la jerarquía es iluminado y gobernado por el nivel superior. La visión estática y jerárquica será la cosmovisión que dominará todo el orden medieval y ejercerá una seducción teórica comparable a lo que sucede en nuestros días con la teoría de la evolución.


"La causa universal y que está por encima de todas las cosas no tiene esencia, ni vida, ni razón, ni mente, ni posee cuerpo (...)ni nada de las cosas que son, ni posee el ser, ni nada posee"


Juan Escoto Eriúgena.

Laico irlandés, podría ser considerado el autor más original del período. Entre el 851 y el 862 traduce al latín las obras del Pseudo-Dionisio y luego escribe su obra principal: La división de la naturaleza. Escribe además, comentarios a La jerarquía celestial y al Evangelio de Juan.

Este autor, divide la naturaleza (la realidad) en cuatro especies:

1. Natura creans increata o la que crea y no es creada.


2. Creata creans o la que es creadora y crea.


3. Creata nec creans o la que es creada pero no crea.

4. Nec creata nec creans o la que ni es creada ni crea.

Escoto propone además una síntesis entre las teologías positivas (kataphatiké) y teologías negativas (apophatiké)." “Es esencia”, es afirmación; “no es esencia”, es negación; pero “es supraesencial” se comporta a la vez como afirmación y negación".

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