La Filosofía ha sido útil en los planos
social y político.
2.4 Principales representantes filosóficos
a través de la historia.
2.4.1. Época clásica o antigua.
ð Prácticamente todos los filósofos
presocráticos coinciden en distinguir en la naturaleza las siguientes ideas:
ð
Es un
cosmos, un orden en oposición al caos.
ð
Es
dinámica, cambiante, en continuo movimiento.
ð
Presenta
movimientos intrínsecos, con animación y leyes propias.
Se intenta definir la naturaleza como algo permanente, único y dinámico,
explicado a través de una ley inmutable. Este principio explicativo del
universo será el arché.
La idea del arché comprende 3
aspectos:
ð
Para
explicar el origen de la naturaleza, los griegos recurren a algo que prevalece
a través del movimiento: el aire o el agua.
ð
Todos
los seres están compuestos por sustrato.
ð
Existe
una causa que explica el movimiento o cambio.
2.4.1.1. Presocráticos.
Tales de Mileto (c 624-546) Sostiene que el arché es el agua,
que a través de
distintos procesos de condensación y
rarificación produce una ola de multiplicidad.
“...No el hombre sino el agua, es la realidad de las cosas..." 29
Podría pensarse que Tales se refería a que
todas las cosas están compuestas por agua o que la tierra procede del agua y
sobre el agua flota. 30
La interpretación más difundida es que el
agua, está dotada de vida y movimiento propios; por lo tanto, todo está vivo y
animado.
Anaximandro de Mileto (c 610-545) Probablemente el menos convencido del
carácter racional del conocimiento. Identifica el arché con algo
indeterminado, al que denomina ápeiron, algo que no podemos entender o
conocer.
“...El principio de todas las cosas, arché,
es el ápeiron ésto es, "lo indefinido, lo
indeterminado". Se trata pues, de un elemento no empírico y por su
carácter indefinido permite explicar mejor el origen de las cosas que a través
de un elemento determinado...”31
A partir de donde hay generación de las
cosas, hacia allí se produce también la destrucción, según la necesidad; en
efecto, pagan las culpas unas a otras y la reparación de la injusticia según el
orden del tiempo. 32
Hay quienes interpretan que Anaximandro
quiso decir que toda existencia individual y devenir no son sino una
usurpación, una injusticia que ha de ser pagada con la muerte. Anaximandro
quería sugerir que del ápeiron comienzan a separarse sustancias opuestas entre
sí y cuando una prevalece sobre la otra, se produce una reacción que establece
el equilibro. El ciclo de las estaciones ejemplificaría el concepto.
El ápeiron es “inmortal e indestructible”,
es decir “eterno y no envejece”. Le son otorgados los caracteres que la
mitología griega concede a los dioses.
Anaxímenes de Mileto (c 585-524) Identifica el arché con el aire.
“...El aire se diferencia de distintas
sustancias en virtud de la rarefacción y la condensación. Por la rarefacción se
convierte en fuego; en cambio condensándose se convierte en viento, luego en
nube y aún más condensado, en agua, en tierra más tarde y finalmente, en piedra..."
Anaxímenes concibe al mundo como algo vivo.
Heráclito de Éfeso (c 544-484).
"...Este mundo, el mismo para todos
los seres, no lo ha creado ninguno de los dioses ni de los hombres, sino que
siempre fue, es y será fuego eternamente vivo, que se enciende con medida y se
apaga con medida..."
Siguiendo la tradición filosófica jónica,
Heráclitó ve en un elemento determinado, el arché del universo. En su caso, el
elemento es el fuego.
Para Heráclito, no sólo las cosas
individuales salen del fuego y vuelven a él sino que el mundo entero perece en
el fuego para luego renacer. He aquí la imagen del "ciclo cósmico" la
que ya fuera apuntada por Anaximandro, esto es, la antigua idea griega del
"eterno retorno"
El aporte más trascendente de Heráclito, no
es la doctrina del fuego sino sus ideas respecto a la contradicción y el Logos.
Todo está en constante movimiento porque el mundo fluye permanentemente:
La contradicción engendra armonía partiendo
de la ley que rige el universo y a la mente humana. Afirma que el Logos o razón
universal está también en el hombre constituyendo su propia razón.
Herácito parte del dinamismo y movimiento
del Universo; movimiento que no nos lleva al caos, está sometido al orden o
ley: la dialéctica, la cual es consecuencia del equilibrio producido por
la lucha de contrarios. La dialéctica es, según Heráclito, el arché explicativo
del Universo, que representó mediante el fuego.
"No es posible descender dos veces al
mismo río, tocar dos veces una sustancia mortal en el mismo estado, sino que
por el ímpetu y la velocidad de los cambios se dispersa y nuevamente se reúne,
viene y desaparece."
Pitágoras (c 572 - 496).
La doctrina de la transmigración de las
almas y en consecuencia, afirmación de que existe un parentesco entre todos los
seres vivos, creencia en un eterno retorno de los mismos acontecimientos en
ciclos
cerrados.
Para los pitagóricos, la ciencia
estaba
estrechamente ligada a la mística. El número es el principio (arché) de
todas las cosas.
Esta doctrina se basa en descubrimientos
empíricos, por ejemplo, en el hecho de que los intervalos musicales que hay
entre las notas de la lira pueden expresarse numéricamente. Pero además, parece
que los pitagóricos concibieron los números espacialmente, confundiendo el
punto geométrico con la unidad aritmética. Las unidades tienen extensión
espacial y pueden ser consideradas como el elemento material de las cosas. De
esta forma, si las cosas se componen de números es porque se componen de
agregaciones de unidades-puntos.
Primero existió la Unidad, entendida como
"límite" o lo "limitado", rodeada por lo ilimitado. Luego,
la unidad crece y se divide en dos; el vacío de lo ilimitado se introduce en
medio y mantiene las dos partes separadas: de este modo, surgen el número 2 y
la línea. Luego, se genera el número 3 y el triángulo, la figura plana más simple, y con el 4 del tetraedro, el sólido
más simple.
El mundo es descrito como un cosmos en
armonía que resulta más inteligible y anticipa las doctrinas de Copérnico: el
cosmos es una esfera en cuyo centro hay un fuego originario. A continuación,
vienen los cuerpos celestes: la "anti-tierra", agregada para
completar el número de 10 planetas, la Tierra, la Luna, el Sol, los cinco
planetas y el
cielo de las estrellas fijas. Una esfera de
fuego envuelve este conjunto. El movimiento de las esferas celetes produce una
maravillosa música, que los humanos no podemos oir por estar acostumbrados a
ella desde nuestro nacimiento. Música y armonía que pueden ser traducidas en
números.
Los pitagóricos Introducen las Matemáticas
como la estructura del universo. En un principio observaron que la realidad
tiene un comportamiento matemático. Llegan a la conclusión que el orden del
Universo por ser matemático; puede reducirse a números, concluyendo que
el arché de las cosas son los números.
Según los pitagóricos los números aparecen
en parejas, por lo que afirman que la naturaleza es algo dualista: noche-día,
macho-hembra, Todo se organiza por parejas de las que destacan par-impar.
Finalmente asignan a cada cosa un número.
Por ejemplo, al Universo, por considerarse perfecto, se le asigna el número
10, que para los griegos era el número más perfecto. Por eso el Universo habría
de estar formado por una gran masa de fuego, que es el Sol, rodeado por 9
planetas que giran en órbitas circulares.
Parménides de Elea (540-470).
Parménides pretende pues, construir la vía
de la verdad. Y así, deducirá que el Ser ("lo que es") es ingénito e
imperecedero; finito, continuo y único; indivisible e inmóvil.
En efecto: el ser es imperecedero e
ingendrado porque
en caso contrario habría que suponer que procede del
no-Ser y
vuelve a él; pero el no-Ser es impensable e inexistente. Del mismo modo, el Ser
es "uno", ya que si hubiera otra cosa sería el no-Ser. Y también
inmóvil, porque todo cambio sería hacia el no-Ser. E indivisible, puesto que el
vacío que separaría a las partes sería equilvalente al no-Ser.
La lógica de
Parménides no resulta demasiado convincente dado que solo maneja dos conceptos
opuestos: Ser y no-Ser.
Es posible entender la negación del vacío,
el tiempo y la pluralidad. El cambio y el movimiento son considerados
ilusorios. El ataca es puntual contra el dualismo pitagórico.
El Ser al que Parménides refiere es la
realidad o, el mundo, y establece que no podía concebirlo sino como algo
corpóreo (la distinción entre lo material e inmaterial aún no existe. El mundo
es algo limitado, compacto, ingendrado e imperecedero, excluyendo toda
posibilidad de cambio y movimiento. Es como "una esfera bien
redonda", inmóvil y eterna.
Finalmente, se observa que de un modo
explícito, se introduce la distinción entre verdad y apariencia (u opinión) y
se otorga primacía a la razón por encima de las apariencias sensibles y
engañosas.
Empédocles de Agrigento (c 495-435).
Para Empédocles, la realidad es concebida
como una esfera, lo cual sugiere que parte de la concepción de Parménides.
La esfera de Empédocles equivale al Ser de
Parménides, aunque a diferencia de éste último, no niega el valor de las
apariencias porque para él, hay movimiento y hay pluralidad de seres. Lo que
hace es introducir dentro de la esfera a la variedad: en su interior se
encuentran los cuatro elementos: agua, aire, fuego y tierra.
Podría decirse, que habiéndose inspirado en
Tales, Anaxímenes y Heráclito, agrega un tercer elemento, la tierra. Cada uno
de estos elementos es eterno e imperecedero, pero al mezclarse entre sí dan
lugar a la diversidad de seres y cambios que se observan en el mundo.
La mezcla de los elementos es producido por
dos fuerzas cósmicas: el amor y el odio.
Estos elementos no cesan nunca su continuo
cambio. En ocasiones se unen bajo la influencia del Amor, y de este modo todo
devienen lo Uno; otras veces se disgregan por la fuerza hostil del Odio (...) y
tienen una vida inestable (...)
Esta teoría de los cuatro elementos que han
de estar en armonía, permite elaborar una concepción de salud, que tendrá
amplia repercusión en la medicina griega posterior.
Anaxágoras de Clazomene (c 500-428).
El "ser" no puede empezar ni
perecer, ya que lo "uno" ha de considerarse como inmutable. Todo lo
que se produce y sucede es resultado de la mezcla de innumerables elementos.
Nada viene a la existencia ni es destruido,
sino que todo es resultado de la mezcla y la división.
Anaxágoras llama a esos elementos o
principios con el nombre de "semillas", las cuales son
cualitativamente distintas e indefinidamente indivisibles. En todas las cosas
hay semillas de todas las cosas, de tal manera que "todo está en
todo". Así se explica que cualquier cosa puede llegar a ser otra distinta
y que si una cosa es lo que es, es porque en ella predominan las semillas
correspondientes: en el oro, predominan las semillas del oro, pero están
también todas las demás.
La pluralidad y los cambios se explican por
la mezcla y disgregación de las semillas. Anaxágoras introduce un
"principio de movimientos", al que da el nombre de Nous (Espíritu,
inteligencia). El Nous es algo separado de la masa de semillas y
por ello nada lo limita, posee autonomía, conoce todo y tiene el máximo poder.
Demócrito de Abdera (c 460-370).
El punto de partida es el atomismo.
Para Demócrito, los átomos son infinitos en
número. Por otra parte, los átomos carecen de cualidades sensibles y sólo se
distinguen entre sí por la figura (A difiere de B), el orden (AB
difiere de BA) y la posición (A difiere de Z).
Los átomos poseen movimiento propio y
espontáneo en todas direcciones y chocan entre sí. El choque puede tener
consecuencias diversas: o bien rebotan y se separan, o bien, se
"enganchan" entre sí, gracias a sus figuras diversas. Se producen
entonces torbellinos de átomos que originan mundos infinitos, engendrados y
perecederos.
Los átomos explican de esta forma la
multiplicidad de los seres, el movimiento, la generación y destrucción. Pero se
necesita un segundo principio: el vacío (o el no- ser). El vacío es lo que
explica la multiplicidad, ya que es lo que separa a los átomos; y explica el
movimiento, porque si no hay vacío no puede haber ni choques ni
desplazamientos.
2.4.1.2. Sofistas.
Los sofistas, no formaron escuela, ni
tampoco defendieron una doctrina de rasgos comunes. No obstante, es posible
puntualizar algunas coincidencias entre ellos:
a. Representan un notable giro filosófico
como consecuencia de las nuevas necesidades intelectuales planteadas por la
democracia. Se centraron así en problemas de índole práctico como la política,
la moral, la religión, la educación, el lenguaje.
b. Adoptan una actitud relativista, aunque
la verdad exista no podría ser conocida, y escéptica, la verdad absoluta
no existe.
c. No representan un conjunto sistemático
de pensadores ni tampoco buscan principios universales para operar de modo
deductivo.
d. Enorme influencia en la vida ateniense.
Protágoras (c 481-401).
"El hombre es la medida de todas las
cosas"
Protágoras defendía un relativismo de las
cualidades sensibles y de los valores. En su contexto, Protágoras entiende al
"hombre" en sentido colectivo, lo cual sugiere un relativismo de tipo cultural: Cada pueblo posee costumbres y
leyes diversas y considera que las propias son las mejores.
Protágoras defiende el valor de la cultura
como aquello que diferencia al hombre del animal: Sólo gracias a ella puede
el hombre subsistir, siendo como es un animal desvalido. Además, necesita
el sentido de la justicia y la virtud política.
Gorgias (c 483-375).
1. Nada existe
2. Si existiera algo, no
podría ser conocido.
3. Si pudiera ser conocido, no podría ser explicado ni
comunicado a los demás.
En efecto, con gran habilidad, Gorgias
intenta demostrar la coincidencia entre el ser, el pensar y la palabra,
destruyendo el principio de la identidad entre el ser y el pensar.
Pródico de Ceos.
Escribió un tratado Acerca de la naturaleza
o del no- ente, en que se afirma que:
Se hizo famoso por su actitud pesimista
ante la vida, decía que una muerte temprana era un regalo de los dioses. Como
otros sofistas, defendió el relativismo ético y desarrolló una teoría religión:
los hombres primitivos veneraron aquello de lo que dependían sus vidas: el sol, el agua,
el fuego; pero cuando comenzaron a desarrollar las
técnicas, pasaron a adorar a los inventores de las mismas, por ejemplo, a Dioniso
como el inventor del vino.
Hipias de Elis.
Sofista destacado por lo enciclopédico de
sus conocimientos. Consideró la ley como convencional y afirmó que era
contraria a la naturaleza, por lo que reclamaba la autarquía del individuo y la
rebelión contra las leyes que siempre oprimen a los más débiles.
Hipias se opone a Protágoras pues para éste la ley es una
consecuencia de la naturaleza; mientras que para Hipias, la ley va en
contra de ella, porque se hace necesario volver a la naturaleza.
Calicles.
A la muerte de Pericles, las
discusiones acerca de la ley y el derecho se intensificaron notablemente.
Algunos defendieron la doctrina del derecho natural del más fuerte.
Calicles afirmaba que la ley protegía a los débiles; pero la
naturaleza (tanto en los animales como en los humanos) hace que los fuertes
dominen a los débiles, siendo esto lo más justo.
Licofron.
Defendió el derecho
natural del débil, declarando la igualdad natural de todos los hombres y
considerando la aristocracia de nacimiento como algo injustificable. Afirmó que
"la naturaleza no ha hecho a nadie esclavo" y se cree que habría
iniciado un movimiento de emancipación cultural y política de la mujer.
Sócrates (469-399).
Su Filosofía se basa en la búsqueda de
principios que guíen al hombre, funda el intelectualismo moral, que influyó en
toda la Filosofía occidental.
A pesar de surgir en la época de los
Sofistas, presenta unos planteamientos distintos:
No cobraba por sus enseñanzas.
No le gustaba hacer largos discursos sino
diálogos, ya que éstos admiten cuestiones, y observaciones.
No cree en el escepticismo ni en el
relativismo, sino que persigue el ya nombrado intelectualismo moral.
La búsqueda de Sócrates se centró en los
conceptos morales, especialmente en la problemática ética: la esencia de la
virtud y la posibilidad de enseñarla.
La obra de Sócrates se reduce a dos
aspectos:
ð
Crítica
al relativismo moral sofista. Para hacer frente al relativismo, Sócrates afirma
que la palabra o el lenguaje no significan cosas concretas, determinadas o
existentes; sino que se refieren a un concepto universal. Por tanto, la
justicia, la virtud no tienen sentido pleno al no reducirse la palabra a cosas
concretas.
ð
Creación
del intelectualismo moral. Sócrates tiene que introducir una nueva forma de
entender la verdad. Afirma que sin el conocimiento no existe la
84
virtud: solamente el que sabe es justo. Cómo
explicaba entonces el hecho de que en ocasiones el ignorante actúe rectamente,
con justicia, mientras que el sabio no. Para Sócrates existen dos tipos de
conocimiento:
El saber y la virtud coinciden, de acuerdo a
la doctrina socrática, porque el que conoce lo recto actuará con rectitud y
sólo por ignorancia se hace el mal.
Todo el mundo busca la felicidad y la
utilidad. La virtud consiste, en discernir qué es lo más útil en cada caso. Así
pues, el saber del que habla Sócrates no es un saber teórico sino un saber
práctico acerca de lo mejor y más útil en cada caso. Este saber virtuoso puede
ser enseñado y aprendido porque no bastan las aptitudes naturales para alcanzar
la bondad y la virtud.
Sócrates entiende la Filosofía como una
búsqueda colectiva basada en el diálogo. Ni pretende ser el dueño de la verdad
ni poder encontrarla por sí solo. Esto significa, que cada hombre posee dentro
de sí una parte de la verdad pero sólo podrá descubrirla con la ayuda de otros. Lo
anterior ejemplifica las dos partes del método socrático.
La ironía: Es el arte de hacer preguntas tales que hagan descubrir
al otro su propia ignorancia.
La mayéutica: Consiste en hacer preguntas de modo tal que el otro
llegue a descubrir la verdad por sí mismo. Procedimiento para llegar a la
definición verdadera
Podría afirmarse que Sócrates no tiene
doctrina alguna, sino que ayuda a los demás y la busca junto a ellos. Esta
actitud de humildad frente al conocimiento, contrasta notablemente con la actitud
de los sofistas.
El método socrático se encaminó a la
construcción de definiciones, las cuales deben encerrar la esencia inmutable de
la realidad investigada. El procedimiento para llegar a la definición verdadera
es inductivo.
2.4.1.4. Platón (427-347)
Aristocles, llamado más tarde Platón,
conoce a Sócrates en el 407 a quien permanecerá intensamente ligado hasta su
muerte.
Siempre pensó que la ciencia verdadera sólo
puede tener por objeto el mundo de las ideas. En la cosmogonía
desarrollada en el Timeo, aparecen numerosos elementos tomados de los
pitagóricos, Empédocles y otros autores de la época, por lo que la obra
constituye un notable compendio del saber de su época.
Principales características de la
cosmogonía platónica:
1. Concepción teleológica: La
finalidad aparece como causa para explicarlo todo. Los presocráticos habían
utilizado causas materiales y el movimiento como principio.
2. Optimismo: De acuerdo a la
cosmogonía platónica, éste es el mundo más bello entre todos los posibles.
3. Matematización: Según algunos
intérpretes, las cosas se componen tan sólo de estructuras matemáticas,
equiparando el cuerpo físico al cuerpo geométrico. Dichas estructuras son las
que explican las cualidades y posibles transformaciones de la materia.
4. Divinización del Cosmos: Los
dioses Olímpicos son sustituidos por astros- dioses. Tanto en Platón como
en los presocráticos los términos "teso" y "theios" (dios y
divino) designan únicamente realidades de orden superior y/o dotadas de vida,
careciendo del sentido que adquieren más tarde en la Filosofía cristiana.
Platón y la Teoría de las Ideas.
Es complejo interpretar el sentido exacto
de esta teoría y aunque no aparece expuesta sistemáticamente en ningún diálogo
platónico, la doctrina aparece revisada en una visible evolución a lo largo de
su obra.
"Platón, en general, está de acuerdo
con las teorías de los pitagóricos, aunque también tiene cosas propias. En
efecto, desde su juventud se había familiarizado con Cratilo y con la opinión
de Heráclito de que todas las cosas sensibles están en flujo permanente, por lo
que no hay ciencia (episteme) posible de estos objetos y él mismo sostuvo esta
doctrina más tarde. Por otra parte, fue discípulo de Sócrates, quien –desentendiéndose
de la Naturaleza en su conjunto- se consagró exclusivamente a los problemas
morales, proponiéndose lo universal como objeto de sus indagaciones y siendo el
primero que aplicó el pensamiento a dar definiciones. 34
Por ello, Platón, heredero de esta doctrina
y habituado a la indagación de lo universal, pensó que las definiciones no
podían referirse a los seres sensibles, sino a otro tipo de seres, los cuales
llamó "ideas".
Platón se mantiene fiel a la orientación
fundamental de la investigación socrática: buscar la definición de las virtudes.
En esta primera etapa entonces, la Teoría de las Ideas tiene una
intencionalidad ética de inspiración, claramente socrática porque para ser
virtuoso es necesario saber qué es cada virtud. Una vez que hayamos descubierto
qué es la virtud, podremos utilizarla de vara para juzgar el valor moral de las
acciones. La virtud ya no será algo relativo o subjetivo sino algo
definitivamente objetivo e independiente de toda opinión.
Las ideas son esencias: "aquello por
lo que una cosa particular es lo que es".
Las ideas existen separadas de las cosas
particulares: Éstas dejan de ser un "carácter común", tampoco son
conceptos ni representaciones mentales. Las ideas son concebidas como entidades
que poseen existencia real e independiente:
Existen para él, dos mundos, por un lado el
mundo visible, el de las cosas particulares; y por el otro, el mundo
inteligible, que no es un lugar o espacio físico sino un "ámbito" de
esencias inteligibles. Al denominar "sustancias" a las ideas, Platón
pretende subrayar su objetividad o validez universal.
Cada idea es una sustancia que "existe
en sí" como una realidad trascendente y no inmanente a las cosas.
El mundo visible es fugaz y en cambio
continuo. Las cosas particulares carecen de realidad porque no contienen en sí
mismas su propia esencia. En cambio, el mundo inteligible es el mundo
verdaderamente real; porque cada idea, en tanto existe en sí, es una sustancia.
2.4.1.5. Aristóteles (384-322)
El pensamiento de Aristóteles fue producto
de un proceso evolutivo, habiendo sido un buscador permanente y siempre abierto
a revisar sus propias ideas.
El proyecto de Aristóteles tiene un objetivo
científico. Sus motivaciones eran de tipo teóricas:
1. Ajustar las deficiencias en la teoría
platónica de las Ideas.
2. Desarrollar un método, enfocando el
interés hacia lo empírico.
Aristóteles realizó la siguiente división de
las ciencias teóricas:
Física, cuyo objeto de estudio son los seres
sometidos a movimiento, con existencia real.
Matemáticas, su objeto de estudio son los
seres no sometidos a movimiento, sin existencia real.
Filosofía primera, Ontología o Teología;
teniendo como objeto de estudio, los seres no sometidos a movimiento, con
existencia real.
Para Aristóteles, la teoría de las ideas
parte de la búsqueda Socrática por definir la esencia de las cosas,
especialmente, las virtudes. Al definir una esencia, se contiene el
concepto general o universal de ésta, pero mientras Sócrates no otorgaba una
existencia separada a los universales y a las definiciones, los platónicos le
otorgaron a éstas el status de "Ideas", admitiendo como tales todo lo
que se afirma universalmente. Aristóteles no puede admitir el carácter
separado de las esencias: si las Ideas son esencias que existen
separadamente de las cosas, entonces son sustancias, esto es, realidades
subsistentes, en tanto y en cuanto poseen existencia independiente.
El mundo de las Ideas no sirve para explicar
el mundo de las cosas. Si las esencias de las cosas están separadas de éstas,
entonces no son propiamente sus esencias.
Para Aristóteles recurrir a las Matemáticas
no era el camino para corregir las deficiencias de la teoría de las Ideas.
Por el contrario, la matematización de la teoría trasformaba el platonismo
en pitagorismo.
Aristóteles no rechaza toda la teoría de las
Ideas, sino la existencia separada de éstas. Por lo demás, será fiel a la línea
iniciada por Sócrates y Platón:
Aristóteles llamaba "Filosofía
primera" o "sabiduría" a los temas "metafísicos", lo
que quiere decir que había entonces "Filosofías segundas". Esto marca
una diferencia importante con Platón para quien existía una única Filosofía.
Aunque para Aristóteles la
"sabiduría" es la "primera", es sólo una ciencia más entre
otras... y por tener carácter puramente especulativo no coincide con la vida
virtuosa. La ética será pues, la "Filosofía segunda", cuyo objeto de
estudio será la virtud.
Aristóteles establece la idea de que “El ser
y la unidad son una misma cosa”. El ser no es único: hay distintas formas
de "ser" pero todas ellas se refieren a una forma primordial, al
"ser" propiamente dicho: la sustancia. Pero la sustancia tampoco es
única, porque existen muchas sustancias y por ende muchos seres.
Las diferentes formas del "ser" no
son sino modificaciones o accidentes de la sustancia, éstas son:
Cantidad-Cualidad-Relación-Lugar-Tiempo-Posición-Estado- Acción-Pasión. Por
tanto, sustancia y accidente son los géneros supremos (categorías) unificados
por su común referencia a la sustancia.
Aristóteles distingue dos tipos de
sustancias:
1. Sustancias primeras: el individuo concreto (Ejemplo: Jade)
2.
Sustancias segundas: la especie y el género (Ejemplo: hombre, animal)
Aristóteles afirma así que el mundo es real
y que también lo son la pluralidad y el devenir. Introduce el concepto de
devenir o desarrollo (génesis) dentro de la misma sustancia.
La sustancia primera es lo que deviene, lo
que se desarrolla, lo que está sometido a un proceso de perfeccionamiento o
crecimiento; es un ser precario, sujeto de nacer y perecer. Para sostener esto,
Aristóteles afirma que la sustancia (el individuo concreto) es un compuesto de
materia y forma.
La forma es la esencia de las cosas,
la sustancia segunda, la especie, y es eterna; aunque ésta no puede existir
fuera de la materia. Todo lo que deviene debe poseer también materia, la cual
recibe esa forma, como sujeto último de la misma.
Según Aristóteles, la materia puede ser:
1.
Materia próxima (escháte hyle) que es, por ejemplo, el bronce o la carne y los huesos.
2. Materia primera (próte hyle) que es algo
indeterminado, carente de forma, cualidades o extensión e incapaz de existir
independientemente.
Lo que deviene o se engendra es el individuo
concreto, el compuesto de materia y forma. Materia y forma son eternas
pero no pueden existir independientemente sino tan sólo como el compuesto de
ambas.
Aristóteles confiere prioridad a la forma puesto que para él, ésta es
al mismo tiempo:
1. Esencia de cada cosa.
2. Naturaleza (o el "Principio"
inmanente de actividad).
Por otra parte, sólo la forma es definible y
cognoscible. Y es común a toda la especie por lo que posee un carácter
supraindividual (que pre-existe al individuo). En cambio, la materia prima es
incognoscible (porque no hay nada inteligible en ella) pero es lo que
individualiza la forma / especie.
El acto y la potencia están en la misma
relación que el ver y el tener los ojos cerrados, cuando se posee la capacidad
de ver.
Potencia y acto, materia y forma son
estructuras paralelas. La materia en efecto es o está en potencia pasiva dentro
de la forma. Y la forma es lo que actualiza a la materia, la perfecciona y
confiere al ser su potencia activa para obrar:
"La materia está en potencia porque
tiende hacia la forma, y cuando está en acto es porque posee su forma (...) la
forma es acto". 35
Aristóteles vuelve a afirmar así la
prioridad que otorga a la forma por sobre la materia, ya que identifica a la
forma con el acto. Esta línea de pensamiento lo lleva afirmar que la
explicación última del universo consiste en la existencia de formas puras,
absolutamente libres de materia, siempre en acto.
2.4.1.6. Helenismo.
El período abarca desde la muerte de
Alejandro Magno en el 323 hasta el momento en que los romanos convierten
Macedonia en provincia romana en el 148 a.C. y el sur de Grecia pasa a ser la
provincia de Achea. En este período, desaparecen las ciudades estado y se
desestabiliza la política.
Filosofía helenística.
Con la desaparición de las ciudades-estado,
el hombre se convierte en un “animal social”. El marco de referencia será la
humanidad y la naturaleza y reclamará para sí la autosuficiencia y la autonomía
que antes se reconocía como privilegio de la ciudad.
Es una época inestable en la cual la
seguridad y la felicidad son los principales anhelos. La felicidad se busca en
las leyes inalterables del Cosmos y por lo tanto, se orienta a una física y a
una ética de carácter naturalista y cosmopolita, porque tanto la ética
platónica como la artistotélica sólo parecen válidas en el marco de la polis.
La ciencia y la Filosofía se subordinan a
fines prácticos; la sabiduría ahora, corresponde al que sabe, pero también al
que sabe vivir. De esta forma, la Filosofía helenística, dividida en lógica,
física y ética, es considerada como un saber unitario unificado por la
finalidad moral.
Estoicismo.
La Filosofía estoica tuvo una notable influencia
muchos siglos después de su desarrollo. En los siglos XVI y XVII hay en Europa un
vigoroso renacimiento de doctrinas estoicas que influirán en Descartes, Kant y
Hegel.
Los estoicos redujeron las cuatro causas
aristotélicas a dos únicos principios: 1. Un principio pasivo: la materia
2. Un
principio activo: el logos universal.
El Logos no es inmaterial sino de naturaleza
corpórea. La doctrina estoica es estrictamente materialista. La materia carece
de cualidades y es pasiva, siendo equivalente a la materia prima aristotélica.
El principio activo es simultáneamente causa
eficiente y también, en cierto sentido, causa formal de cuanto acontece ya que
contiene las "semillas" a partir de las cuales se desarrollan todas
las cosas.
El principio activo (razón universal, fuego
activo y artista que rige y produce todo y todo lo penetra) es llamado
"Dios". El universo es, por tanto, un Todo animado y divino, lo cual
se corresponde con una visión panteísta del universo. Nada escapa a la Ley
inmanente que rige el Todo porque los acontecimientos están determinados por
una cadena causal inexorable. Esa "necesidad" que rige el cosmos, es
llamada destino o providencia pero no se corresponde con el lado ciego de la
Mitología griega, es un orden necesario, pero absolutamente racional.
Pananimismo e Individualización. El mundo, que
es un ser animado y armonioso, posee vida propia:
Existen "individuos" concretos, los
cuales son siempre diferentes entre sí:
Para los estoicos, carece de sentido hablar
del mal en el mundo, porque nada de lo que sucede puede ser un mal en sí mismo,
ya que juzgarlo así es consecuencia de la limitada visión que tenemos del
acontecer mundano.
El hombre para los estoicos es una parte
del universo armónico y destaca de igual forma tanto la individualidad como la
necesidad de someterse a un orden universal.
El alma humana es corpórea; contrasta este
enfoque con el de Platón e incluso Aristóteles ya que no se contemplan
divisiones sino que se sostiene la unidad anímica destacando la unidad de las
partes, habiendo un principio racional y hegemónico del cual irradia una suerte
de "tensión" hacia todas las partes del cuerpo y se extiende hacia
los cinco sentidos, la parte reproductiva y la palabra.
No hay acuerdo respecto a la localización
física de esta concepción del alma (hegemonikón), algunos se inclinan por
ubicarla en la cabeza y otros en el corazón. En cualquier caso, del mismo modo
en que el fuego sería el principio del mundo, el alma sería la que da origen al
cuerpo modelándolo y desarrollándolo desde el estado embrionario.
Ética estoica.
"A los hombre les ha sido dada la razón
como función más perfecta, de tal modo que para ellos vivir según la razón, es
vivir según la naturaleza ya que ésta es guía de las tendencias."
El bien moral del hombre consiste en vivir de
acuerdo con la naturaleza total y con la propia naturaleza, que no es otra sino
parte de aquélla. Esto es lo mismo que vivir de acuerdo con la razón. Se
refiere pues a la Razón Universal que es la que rige el orden de la Naturaleza,
lo que significa vivir en armonía con el Todo haciendo lo que manda la razón.
En línea, la virtud es la disposición
permanente de vivir en armonía con la razón y el deber. Los estoicos sostienen
que la virtud es una y no admite grados: se es o no virtuoso porque quien tiene
una virtud las tiene todas.
Epicuro (341-270).
El epicureísmo es una Filosofía
notablemente sistemática, pero su intención es claramente práctica.
La física epicúrea, inspirada en Demócrito,
es netamente materialista. Destacan dos grandes principios de la física epicúrea:
1. Nada nace de la nada.
2. El Todo consiste en átomos y vacío, y es
infinito.
De esta forma, los cuerpos son entendidos
como "sistemas" de átomos. Y como el número de átomos es infinito y
el espacio vacío también, se afirma que existen un número igualmente infinito
de mundos (como el nuestro o diferentes) que nacen y perecen, aunque el Todo es
eterno e imperecedero.
El movimiento de los átomos en el vacío no
se debe a un supuesto torbellino original, como sostenía Demócrito, sino a su
peso. Epicuro afirmó además que los átomos podían desviarse espontáneamente de
la línea recta de caída produciéndose choques entre ellos. Este detalle nos
permite inferir que Epicuro se aleja del determinismo de Demócrito dando un
marco conveniente para incluir la libertad del hombre. Sin embargo, el
mecanicismo está presente porque nada en la naturaleza sucede porque exista
algún fin, el azar del movimiento de los átomos es la causa de todo cuanto
acontece y no se incluye la intencionalidad divina en la constitución de los
mundos.
Para Epicuro, el alma es una mezcla de cuatro
elementos: fuego, aire, soplo vital y un cuarto elemento sin nombre. Este
último es el órgano de la percepción; el soplo vital determina el movimiento;
el aire, el reposo y el fuego, el calor del viento.
Las teorías físicas de Epicuro tienen una
intencionalidad polémica y una orientación ética puesto que se propone
erradicar mitos y supersticiones para que el hombre pueda vivir feliz y sin miedos. El hombre, no
es sino un cuerpo que se disuelve con la muerte.
Epicuro despreció la lógica y la dialéctica,
y se valió de la canónica que es, en rigor, una teoría del conocimiento, pues
sólo admite como real lo que proviene de los sentidos.
Criterios de verdad para Epicuro.
1. La sensación.
Es una forma de contacto entre cuerpos, que
se explica por la impresión de los órganos de los sentidos mediante los
efluvios continuos de los átomos que proceden de los cuerpos exteriores. Es
siempre verdadera y posee evidencia absoluta.
2. La anticipación.
Es una imagen general producida por la
acumulación de sensaciones semejantes (no es un concepto). Se evoca a través
del lenguaje y permite "anticipar" objetos lejanos o futuros. La
anticipación debe ser confirmada por la sensación para que pueda ser tenida por
verdadera.
3. La afección.
El placer y el dolor son las respuestas
inmediatas del cuerpo a la sensación.
4. Proyecciones imaginativas del
entendimiento. Este cuarto criterio, aparentemente difícil de traducir e
interpretar, establece que es posible ir más allá de lo sensible, de tal manera
que gracias a ella se puede conocer la existencia de los átomos.
Para Epicuro la felicidad está en los
placeres del cuerpo, con tal de que éstos sean naturales, moderados y serenos.
Considera además que los goces del alma (como la amistad, y los recuerdos
placenteros) pueden llegar a ser, incluso, superiores a los goces del cuerpo ya
que éstos valen sólo en tiempo presente, mientras que los del alma, perduran respecto al pasado;
existen en el presente y se proyectan hacia el futuro.
El modelo de "sabio" propuesto por
Epicuro se contrapone al modelo estoico: no debe el hombre abstenerse de todo
placer sino por el contrario, gozar moderadamente lo natural y necesario.
Pirrón (360-270).
Máximo representante del escepticismo en la
antigüedad. Se estima que la suya era una reacción contra el dogmatismo de
otras escuelas filosóficas:
Su indagación consiste en intentar destruir
permanentemente los argumentos de los dogmáticos. Según Pirrón todas nuestras
percepciones son relativas ya que sólo nos retratan la realidad tal como
"aparecen" filtradas por nuestros sentidos.
Dado que la información que nos llega a
través de los sentidos es aparente, no hay ninguna razón para afirmar que una
aserción tiene mayor veracidad que la contraria. La única postura coherente
será pues, suspender el juicio (epoché) y no decir nada (aphasía).
“...Si la Filosofía se origina en la
búsqueda, el filósofo dogmático considera que ha hallado la verdad; mientras
que el escéptico, opta por quedarse con la búsqueda y afirma que es imposible
encontrar una verdad definitiva...”
Pirrón deriva en una ética de la
imperturbabilidad:
Podría decirse que la pretensión de Pirrón
es que sólo un escéptico puede aspirar a la felicidad en tanto puede abstraerse
de las angustias de la vida.
Como nada sabemos con certeza, todo debe
sernos indiferente, y ninguna opinión tiene por qué perturbar nuestro ánimo.
Edad Media.
La baja Edad Media tuvo por misión
conservar y transmitir el legado filosófico grecorromano. Boecio, se consagró a
tan compleja tarea.
Boecio nació en Roma hacia el 480. Tuvo
acceso a los textos de los filósofos griegos ignorados en el occidente medieval
y se propuso traducirlos al latín; así como intentar una conciliación entre
Platón y Aristóteles. Finalmente, pese a lo ambicioso de su proyecto, sólo pudo
traducir parte de la obra aristotélica, traducir y comentar el Isagogé de
Porfirio, escribir algunos tratados de lógica, teología y el célebre diálogo
“De consolatione philosophiae”, éste constituye la fuente principal de
lógica medieval así como de la Aritmética, la Geometría y la Música.
Pseudo-Dionisio Areopagita.
Escritor griego, probablemente originario
de Siria y contemporáneo de Boecio. Se le atribuyen textos de enorme influencia
en el mundo medieval como: Teología mística, los nombres divinos, La
jerarquía celestial y La jerarquía eclesiástica.
Se sostiene que el único saber posible
acerca de Dios es el "no-saber", del mismo modo que en el
neoplatonismo.
Los místicos del pensamiento medieval, incorporarán
esta idea de lo divino, así como también la visión jerárquica del universo. La
trascendencia de Dios, se ubica por encima de todo. Dios está presente y se
comunica a cada uno de los seres que proceden de él, pero no del mismo modo.
Primero está la jerarquía celeste, formada
por tres órdenes de ángeles (cada una de las cuales se compone de tres
"coros"), luego la jerarquía eclesiástica, compuesta de obispos,
sacerdotes y diáconos y finalmente, el resto de la humanidad.
Cada sector de la jerarquía es iluminado y
gobernado por el nivel superior. La visión estática y jerárquica será la
cosmovisión que dominará todo el orden medieval y ejercerá una seducción
teórica comparable a lo que sucede en nuestros días con la teoría de la
evolución.
"La causa universal y que está por
encima de todas las cosas no tiene esencia, ni vida, ni razón, ni mente, ni
posee cuerpo (...)ni nada de las cosas que son, ni posee el ser, ni nada
posee"
Juan Escoto Eriúgena.
Laico irlandés, podría ser considerado el
autor más original del período. Entre el 851 y el 862 traduce al latín las
obras del Pseudo-Dionisio y luego escribe su obra principal: La división de
la naturaleza. Escribe además, comentarios a La jerarquía celestial y al
Evangelio de Juan.
Este autor, divide la naturaleza (la
realidad) en cuatro especies:
1. Natura creans increata o la que crea y
no es creada.
2. Creata creans o la que es creadora y
crea.
3. Creata nec creans o la que es creada
pero no crea.
4. Nec creata nec creans o la que ni es
creada ni crea.
Escoto propone además una síntesis entre
las teologías positivas (kataphatiké) y teologías negativas (apophatiké)."
“Es esencia”, es afirmación; “no es esencia”, es negación; pero
“es supraesencial” se comporta a la vez como afirmación y negación".
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